nativi_digitaliTenía apenas 11 años cuando Internet hizo su primera mágica comparecencia.

No recuerdo ningún tipo de cambio inmediato preciso en mi vida, pero sin duda alguna Internet ya demostraba ser un medio social fuera de lo normal – abierto, sin regulación, extensible e impredecible.

Hoy en día, hay veces en las cuales me pregunto si me considero una nativa o una inmigrante digital, en el sentido introducido por Marc Prensky por la primera vez, ya que no puedo decir de haber nacido directamente en la era de las redes sociales. Según la OCSE (Organization For Economic Co-operation and Development),  los nativos digitales son todos aquellos que han nacido después del 1985. Si me limito a la definición de la OCSE, estaría automáticamente fuera de esta generación. Sin embargo, si me comparo con mis padres, no cabe duda de que soy miembro de la generación de los ‘nativos digitales’, de la Net-Generation, pero ese concepto me provoca a veces muchas interrogantes.

Por un lado los nativos digitales, la generación que creció en un entorno predominantemente digital. Son los que pasan el tiempo en el universo de los bits, intercambiando constantemente correos electrónicos,  archivos digitales (música, video, textos) y mensajes cortos en las chats. A partir de un lenguaje natural común, ellos construyen nuevas experiencias adaptadas a cada medio. Utilizan nuevos lenguajes híbridos impuestos por la inmediatez interactiva, el desplazamiento constante y la economía de esfuerzo. ‘Www.hungry.com said a kindergarten student recently at lunchtime’, Www.hambriento.com dice un niño de un jardín de infancia durante la hora del almuerzo de hoy (Prensky: 2001). 

fantastica-computer-insegnando2Por el otro lado los inmigrantes digitales, personas que voluntariamente se acercan al mundo digital y que deben de esforzarse para aprender las reglas del nuevo juego. Algunos de ellos, los menos afortunados se han quedado en la Web 1.0, mientras otros han ido saliendo tímidamente de su frágil burbuja analógica y han logrado adaptarse.

 Los inmigrantes prefieren recibir información controlada de fuentes limitadas y estiman los procesos singulares y las tareas unitarias. Prefieren procesar textos antes que procesar imágenes, sonidos y videos.

A pesar de que abundan manuales en la red, como Internet for Dummies, o computadoras con interfaces muy sencillas, algunos adultos, como mi madre o mi tía,  siguen con un gap ya que carecen de la destreza para manipular la potencialidad del medio. Muchos se quedan observando perplejos como los nativos escriben en un teclado minúsculo un mensaje cuya tipografía le resulta más incomprensible que el chino mandarín.

Es evidente que la creciente digitalización de nuestra vida es asimilada de formas diferentes según la generación de usuario a la que pertenecemos. Hay dos opciones para seguir sobreviviendo en la Web 2.0: adopt or adapt, como dice Marc Prensky (2001: 6), adaptarse o adoptar. Dos opciones que son en realidad una sola: ‘ada(o)ptarse’. Sin duda alguna, hay muchos riesgos en el mundo de los nuevos medios y de las redes sociales, pero como afirma el estudioso de nuevos medios, José Luis Orihuela, el ‘mayor riesgo es no participar’ en la conversación que se ha generado desde hace ya años en la revolución cibernética.

Las nuevas tecnologías exigen un cambio de forma mentis que no puede ser inmediato para algunos. En dicho maremágnum de transformaciones unos cuantos se ahogan, mientras que otros se vuelven hiperactivos o híper-productivos. Se estima que para el año 2021 «los ciudadanos producirán colaborativamente el 50 por ciento de las noticias«.

La brecha es, entre nativos e inmigrantes, mucho más grande de lo que podemos llegar a pensar. Dos códigos, dos comunicaciones-mundo, dos espacios de intercambio totalmente diferentes.

img_1169Me pregunto si en esta brecha nosotros, los nativos, nos estamos perdiendo algo y si precisamente podemos estar corriendo un riesgo: que el conocimiento de la realidad se vuelva cada vez más el resultado de una apreciación mediatizada, lejos de ser el fruto de una observación directa, de una experiencia de vida personal y de una reflexión. La reflexión es al fin y al cabo aquella pieza que determina el proceso de aprendizaje directo de la realidad.

Por esta misma razón, desde ahora en adelante, al momento de conocer una nueva persona, quizás sería oportuno preguntarle: ¿Perdón, usted es un nativo o  inmigrante digital? La respuesta a esta pregunta nos daría muchas claves para entender mejor nuestro próximo interlocutor.

 

Bibliografía

Izarga, Roberto (2008) Nuevos medios, Estrategias de Convergencia,  La Crujia Ediciones, Argentina

Prensky, Marc (2001) Digital Natives, Digital Immigrants, en On the Horizon, NCB University Press, V.9 N.5, consultado en http://marcprensky.com/writing/Prensky%20-20%Digital %20Natives,%20Digital%20Immigrants%20-%20Part.1pdf, el 20 de enero de 2009.

Prensky, Marc (2001) Digital Immigrants, Part II: Do they really think differently?’, en On the Horizon, NCB University Press, V.9 N.6,consultado en http://marcprensky.com/writing/Prensky%20-20%Digital %20Natives,%20Digital%20Immigrants%20-%20Part.2pdf, el 20 de enero de 2009

Jukes, Ian y Dosay Anita (2004) Understanding digital kids (DKs). Teaching & Learning in the new Digital landscape. The InfoSavvy Group, consultado en http://ehsbr.org/faculty/wphebertm/parents/digitalkids.pdf , el 20 de enero de 2009

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